Paulina Puelma Rojas

Historiadora; Máster en Dirección de Recursos Humanos, Universidad Europea de Madrid, España

Líder de Gerencia de Personas

Directora Círculo de Recursos Humanos CERH Chile y de Mujeres Alta Dirección RedMad

Miembro de la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH)

Embajadora del Bienestar Laboral 2024 CEBEL

 

 

Los resultados del último Censo en Chile confirmaron una realidad ya latente en el país: nuestra sociedad está envejeciendo a un ritmo acelerado, en contraposición con tasas de fecundidad en sus mínimos históricos. Durante los últimos casi 30 años, la tasa de hogares integrados únicamente por personas de 65 años o más se ha triplicado, pasando de un 4,3% a un 11,6%.

Ante este escenario, cobra particular relevancia el concepto de silver economy o “economía plateada”. En esta entrevista, la historiadora y líder de Gerencia de Personas, Paulina Puelma, aborda el concepto desde una perspectiva amplia, que destaca el valor de la experiencia de quienes superan los 65 años y que invita a cuestionar los paradigmas tradicionales sobre el envejecimiento y el trabajo.

 

¿Cómo se define la silver economy o “economía plateada” y cuál es su relevancia actual?

La economía plateada, según el Banco Interamericano de Desarrollo, es aquella parte de la economía global vinculada al cambio demográfico provocado por el envejecimiento de la población. Su enfoque se centra en las necesidades de los adultos mayores. En un mundo que envejece rápidamente, este concepto se vuelve clave para repensar nuestras políticas públicas, estructuras económicas y sistemas sociales.

 

Bajo esa premisa, ¿a quiénes consideramos adultos mayores?

Parece sencilla la respuesta y sin mayor preámbulo contestaría que son todas aquellas personas que tienen más de 60 años. ¿Pero es la edad la que inicia una etapa o condición? En términos generales estimo que sí, ya que nos habilita para adquirir ciertos beneficios. Por ejemplo, como ocurre al cumplir 18, que nos habilita como mayores de edad. Sin embargo, revisando más en detalle el concepto de adulto mayor, representa mucho más que un simple número; es experiencia, práctica y múltiples aprendizajes. Es una nueva forma de vivir la vida con más pausa en algunos casos o con más disfrute en otros, o simplemente tener más actitud para mirar el presente, soltando el pasado y mirar el futuro como parte de la huella que deseamos entregar.

 

¿En qué sentido crees que esta etapa de la vida puede representar una oportunidad?

Creo que ser adulto mayor es una invitación a plantearse nuevos desafíos, a establecer metas acordes a los propósitos actuales de vida. Es una etapa que permite avanzar en otras direcciones, reconectar con uno mismo y redefinir lo que entendemos por productividad, sentido y bienestar.

 

¿Qué desafíos y oportunidades plantea la economía plateada?

La economía plateada surge precisamente como una respuesta a esta nueva realidad. Es necesario abordarla con estrategias que faciliten la inclusión de los adultos mayores en múltiples ámbitos: sostenibilidad de los sistemas de pensiones, acceso a la salud y cuidados, adaptación tecnológica, ocio, inclusión financiera, educación continua, entre otros. Esta generación plantea desafíos a los gobiernos, empresas, universidades y a la sociedad en general, para lograr avanzar en nuevas propuestas que permitan hablar de una verdadera integración.

 

¿Cuál es el potencial económico de este grupo etario?

Es enorme. En América Latina y el Caribe se estima que cerca del 30% del crecimiento del consumo provendrá de los adultos mayores. En Asia y Europa, este grupo etario representará hasta el 60% del crecimiento del consumo. En consecuencia, el ser adulto mayor pasará a ser una edad que permitirá en muchos ámbitos dinamizar y crear nuevas fuentes de empleo.

 

¿Qué ocurre en el ámbito empresarial con la inclusión laboral de personas mayores de 50 años?

Aquí los avances son más lentos. Según una encuesta reciente de PwC, sólo el 6% de las empresas cuenta con políticas específicas para la contratación o retención de colaboradores de 50 años o más. Peor aún, el 45% considera que este tema no es prioritario. Frente a esto, quienes ya pasamos los 50 años y seguimos activos en el mundo laboral debemos también hacer una autocrítica: quizás necesitamos soltar ciertos paradigmas, abrirnos más al cambio, integrarnos con las nuevas generaciones, escucharlas y aprender de ellas.

 

¿Qué mensaje les dejarías a las generaciones mayores y a las que vienen?

La economía plateada es sólo el inicio. Es hora de asumir un nuevo rol, de posicionarnos como actores de una etapa que puede ser profundamente activa y significativa. Aceptar que los años pasan no debe ser una carga sino una oportunidad. El gran ejemplo que podemos brindar a quienes vienen es mostrar que siempre es posible emprender nuevos horizontes, aprender algo nuevo y contribuir con sentido a la sociedad.